Hay un recuerdo que se repite en tu memoria, ¿ Quieres hablar de eso?
Una niña escondida en el cuarto de Juegos
Mami,
Mi madre grita,
Mami
Álguien llora,
Mami mami, no llores.
Oigo las patadas y los golpes.
Me asomo.
¡Metete dentro, corre!
Y una bandada de juguetes
Una bandada de juguetes me rodea.
¿Algo más?
Más gritos.
No, no, no, no, mamiiii.
Hay un hada. Es el hada de la fantasia.
Y cambia los colores de las cosas.
¿Quieres escribir?
No queda tiempo.
Tenemos todo el tiempo del mundo.
No quiero oír los golpes
Coge el hada.
Tengo miedo.
Coge el hada.
¿A qué huelen los gritos?
Son ásperos y fríos.
¿Cómo la lengua de las ranas?
Sí. Pero es una rana que se convierte en ogro.
Pero es un cuarto de juegos. Aquí no hay ogros.
Quiero estar con mi mami.
¿Quieres escribir?
Hay un hada que cambia los colores de las cosas.
Es el camaleón de la fantasía.
Me arropa la niñez ,
y me susurra cuentos que un día acaban bien.
Ese camaleón siempre ha estado conmigo,
Me enseñó a vomitar con estrofas y versos
las palabras que no brotaban de mí boca,
y encontré la salida del laberinto
que encerraba en el trauma mi delirio.
Sigo oyendo los gritos y los golpes,
el ronroneo de una bestia que acecha,
pero cambié el puñal por esta pluma,
y tu violencia
por una estrofa que sobrevuela el miedo.
Convertí cada línea en los barrotes de tu celda,
Y cada punto en el hueco de las puñaladas,
cada silencio en el vacío que dejaste.
Ahora eres tú ese papel en blanco
en el que encierro tu horror y mi agonía.
Me arrebataste a la que más amaba,
pero nunca pudiste,
aunque quisieras,
manchar de sangre
la piel de los poesía.
Nos vemos la semana que viene.