lunes, 29 de mayo de 2023

Poema Erótico-amoroso. Día 31




En la alcoba del Riad nos desayunábamos sin prisa.

Degustábamos juntos

el  té y la hierbabuena,

la dulzura,

el aceite y las frutas, 

con su pulpa jugosa y su mordisco cítrico,

los panes y aceitunas, 

la miel que se escurría

en las yemas de los dedos.


A veces, 

mientras nos untábamos de mimos,

se colaba el canto del muecín

entre los arcos y las filigranas

de nuestros cuerpos  empapados de aromas,

la llamada a la oración sagrada,

y entonces,

eras devoto de mi vientre,

y yo sacerdotisa de tu gozo,

y el exotismo excitaba el aire,

y yo era golondrina y tú eras fuente,

y yo era palmeral y tú eras viento.







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