sábado, 29 de julio de 2023

The Abbey (Clonakilty, Ireland)

  


The Abbey ruins dropped back

the screams of cracked stained glass windows

under the finger flames of rage and hate.


The prays of the stones licking wisdom,

the Library books crying words from their eternal absence,

the claustre falling down while its blood paints the lips of the forgotten blessed evening of darkness.


Dormitories that buzz the turmoil breeze of ashes,

the spirit, fleeing the ancestors, captured in the empty flakes of fume,

the tower of the burning time,

the wood dissapearing through out the black hole of a dying moon,

the horryfied monks belling the melting madness,

the scenery of lost,

a hopeless choir symphony floating on the tide of its ghosts.


There are memories that flourish among the cemetery corpses,

that flickr the whispering petals of the past

and kidnap the imagination eyes

in a single tickle of the senses,

into the void of a dismissed sigh.


jueves, 13 de julio de 2023

Día 23. Poesía Social



 El fusil del miedo

me dispara en la tregua del sueño.

Traumas de muñeca descoyuntada

que protege su médula

en el frío  de un alambre de espino

para mantenerse erguida 

en el vacío del bloqueo,

en el golpe que destruye la mente,

en el grito ahogado

que estrangula

la posibilidad

de volver a ser 

una persona.


jueves, 6 de julio de 2023

Día 24. Poesía social


Arde la ciudad.


El dragón de un imperio

cargado de impotencia

sobrevuela la caída adolescente

del desafío.


Envuelve el humo 

la ràbia de un disparo a bocajarro,

el sabor metálico de un craneo

que no alcanza a digerir

el cañón sin razón

que empuña el odio.


Llegan las llamas

hasta la frontera del dolor,

donde se incendia la paciencia

con el gasóleo de los reprimidos,

el cóctel molotov de las desigualdades

que habita en los pasillos

de un infierno perfumado de 

"Liberte, Egalite, Fraternite"







Día 25. Poesía social



Mi libertad se subleva en el quicio

de las sombras,

en la bandera de los desertores que danzan en la luna,

en el aullido de las sirenas de los hombres encorsetados de poder,

en el pétalo de una piel que galopa los prados del oprobio,

en la piedra,  la navaja, la paliza de las palabras garabateadas sobre una acera de barrio,

en la armadura nacida del derecho,

en el corazón de la simiente

que arranca el orden de raíz.


lunes, 3 de julio de 2023

Día 26. Poesía Social


La Vieja Neo-nazi

entro en la pastelería ginebrina 

de la Rue de la Servette.


Masticó nuestro acento

y empezó a hacerse bola en su garganta

los grumos de nuestros ojos negros.


Leía en el periódico

la noticia de las rebeliones callejeras

y deseaba un momento oportuno

para escupirnos con su saliva aria

los esputos de su estirpe de élite,

restregarnos la superioridad de sus canas albinas,

la altivez de su sangre azulada

en su mirada fría de crematorio.


Al marcharnos rozamos por torpeza,

con la chaqueta de la  europa pobre,

sus gafas de vergüenza ajena,

y le dimos ocasión para el insulto:

"Es muy fácil pedir perdón" 


Y todos los judíos se alzaron al unísono en su grito,

y en un eco sin fondo repetían

las palabras de su misma boca,

mientras le arrancábamos a tiras

los pliegues y el olvido de la historia.


domingo, 2 de julio de 2023

Día 27. Poesía social


El ciudadano 100% cívico

nunca caminaba en el carril bici,

nunca cruzaba la calle con luz roja,

siempre se paraba en los pasos de cebra,

siempre recogía las cacas de su perro,

siempre reciclaba en el contenedor adecuado.


En las colas jamás permitía al de atrás que pasara delante, 

las reglas son las reglas repetía,

nunca pedia disculpas,

yo hacía lo correcto, recalcaba,

nunca llegaba tarde y si lo hacía

era por los demás y sus errores.


Un día tropezó y se rompió la cara en el asfalto.

Dentro del hoyo,

con los gusanos comiéndole el semblante,

siguió quejándose del desorden de aquellos,

de que no respetarán el turno

y no se lo comieran dignamente. 






sábado, 1 de julio de 2023

Día 28. Poesía social


El paseo marítimo a la noche

 es una caravana de mujeres y niños.

Una hilera de múltiples colores y estampados

que ofrece tradición como moneda.


Las mujeres africanas trenzan  la historia de sus genocidios,

con cabello postizo alargan el camino

que las trajo hasta aquí,

 y llevan un bebé colgando de la espalda, 

una oruga amarrada,  

envuelta

en la crisálida de un pañuelo de seda,

las alas de esta dura aventura.


Las mujeres latinas

asan mazorcas de maíz

con la enjundia de sus ancestros mayas,

el sabor de los ríos y la selva,

del sonido del bosque en su mirada,

profunda como el frío del olvido.


Las mujeres gitanas

te dan romero,

y te leen la buena ventura

con su sonrisa de luna pitonisa.


Las mujeres árabes

geroglifan las manos con detalle,

venden sortijas y babuchas,

cremas, pendientes

y en el sueño nos huelen a 

jazmines y azahares.


Todas ellas son el futuro de nosotras mismas.

Hermanas, sisters, mothers,

de las niñas que corretean libres

en el paseo de  la esperanza a ciegas.